
Soluciones sostenibles para la industria textil: hablemos de la economía circular
Fecha: 2025-05-19
Autor: Cecilia Segura
En un contexto global, donde la sostenibilidad es una medida urgente para el planeta, la industria textil debe asumir su parte de responsabilidad para avanzar hacia modelos más eficientes y amigables con el medioambiente. Sin embargo, no es una tarea que deba emprender sola, ya que la industria textil camina junto con la industria de la moda, y eso las hace tener mucho en común: un uso intensivo de recursos naturales y un impacto ambiental que es imposible no voltear a ver.
Por lo anterior, hablar de soluciones sostenibles, inevitablemente requiere un abordaje integral, que tome en cuenta desde la obtención de las materias primas hasta la manera adecuada de desechar las prendas.
Panorama actual del impacto de la industria textil y de la moda en el medio ambiente
De acuerdo con información de la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés), la industria de la moda es la más contaminante del mundo:
- Produce más emisiones de carbono que todos los vuelos y envíos marítimos internacionales juntos.
- Utiliza 93 mil millones de metros cúbicos de agua al año, cantidad suficiente para cubrir las necesidades de 5 millones de personas.
- Tira al mar medio millón de toneladas de microfibra, equivalente a 3 millones de barriles de petróleo.
Por su parte, la marca de ropa H&M señala lo siguiente:
- Menos del 1% de los materiales utilizados en la confección de ropa se recicla cada año.
- Más del 10% del impacto que tiene una prenda en el medioambiente se produce después de que sale de la tienda, esto incluye la frecuencia de lavado y la manera en que se desecha.
Conocer el panorama global al que se enfrenta el medioambiente debe motivarnos a analizar aquellas pequeñas acciones que realizamos en conjunto y crean un problema mayor. Como integrantes de la industria textil y de la moda, es fundamental reflexionar acerca de la situación e identificar las oportunidades que nos permitan hacer mejor las cosas.
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¿Qué es la economía circular y cómo implementarla?
El concepto de economía circular ha empezado a ganarse un lugar entre las opciones sostenibles de diversas industrias, y parece ser la solución para que nuestro impacto en el medioambiente sea el menor posible.
De acuerdo con el documento Closing the loop - An EU action plan for the Circular Economy, emitido por la Comisión Europea, la economía circular se refiere al modelo en el cual “el valor de los productos, materiales y recursos se mantiene en la economía durante el mayor tiempo posible, y se minimiza la generación de desechos”.
Esto es opuesto al modelo lineal que se resume en producir - usar - desechar, y que es la base de la moda rápida o fast fashion que, según información de la ONU, provocó que de 2000 a 2014, la producción de prendas de vestir se duplicara. En términos de negocio es una gran noticia, pero para el medioambiente es aterrador, considerando que muchas de estas prendas no son desechadas adecuadamente y terminan apiladas en sitios que jamás hubiéramos imaginado, como por ejemplo, el desierto de Atacama, en Chile.
Algunas marcas, como H&M, han implementado estrategias vinculadas con la sostenibilidad y el manejo adecuado de las prendas hasta su destino final. Ejemplo de ello es su programa de recolección de ropa usada, disponible en todas sus sucursales. Las prendas pueden ser de cualquier marca y las personas reciben a cambio un cupón de descuento. Las prendas se clasifican según su estado y pueden revenderse como ropa de segunda mano, reutilizarse para hacer paños de limpieza o incluso para generar nuevos textiles.
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Usuarios más que consumidores
Lejos de lo que podría pensarse, no se trata de que la industria textil y de la moda absorba todo el costo. Implementar un modelo de economía circular requiere trabajar en la manera en cómo la industria produce y cómo las personas utilizan las cosas.
Significa cambiar el enfoque para que, como industria, dejemos de ser vendedores de cosas y nos convirtamos en prestadores de servicios. De este modo, la responsabilidad por la posesión de un producto pasa del cliente a la empresa, quien tiene que hacerse cargo de los residuos de los artículos que produce y brindar opciones para su manejo tras su uso.
Principios regidores de la economía circular
De acuerdo a un estudio realizado por el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), el concepto de economía circular no es muy conocido todavía, y es entendido únicamente como manejo de recursos, pero no es así.
La Fundación Ellen MacArthur, organización que impulsa la economía circular, habla de tres principios:
- Eliminar los residuos y la contaminación. Esto se logra desde el diseño de productos, materiales e infraestructura que puedan reincorporarse a la economía tras su uso, y esto va más allá del reciclaje.
- Circular los productos y los materiales. Se refiere a reutilizar, reacondicionar o mantener los productos o materiales. Si ya no es posible utilizarlos, la opción entonces es desarmarlos, refabricarlos o reciclarlos. Y si son productos biológicos, considerar el compostaje para que regresen a su origen.
- Regenerar la naturaleza. Son acciones que comienzan con un cambio de enfoque, pensando en cómo podemos mejorar el entorno natural antes que en cómo aprovecharlo. Es adoptar maneras de trabajo copiando a la naturaleza, ya que ella no genera residuos, y aquellos que podríamos considerar como tal, los aprovecha.
Por su parte, el CEMDA propone cinco áreas de acción que le permitan a la industria textil hacer esta transición hacia una economía circular:
- Ahorro de agua y tratamiento de aguas residuales
- Generación de energía limpia
- Selección de materiales seguros, biodegradables, desacoplables y/o durables
- Opciones de confección sin plastificados
- Venta de productos y servicios con baja huella de carbono
Plan de acción
La economía circular debe ser más que una buena intención. Las propuestas serias alrededor de ella incluyen legislación ambiental e incentivos fiscales para quienes demuestren que sus procesos tienen un impacto mínimo en el medioambiente.
Al respecto, el CEMDA realizó en 2019 un diagnóstico legal que sirvió de punto de partida para desarrollar un plan de acción enfocado en la viabilidad e importancia de los siguientes aspectos clave:
- Neutralizar la huella de carbono de las principales empresas del sector, lo cual puede lograrse capitalizando la legislación vigente en materia de beneficios fiscales para la adopción de tecnologías limpias.
- Promover ante los organismos competentes (Poder Legislativo y Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, según corresponda) la creación y actualización de normas oficiales relacionadas con ecoetiquetado, recuperación especializada de textiles para el reciclaje y cambios en el comportamiento contaminante del mercado de derechos de descarga.
- Firmar acuerdos de colaboración con actores estratégicos para fortalecer las capacidades de las empresas, principalmente en la reconfiguración de sus cadenas de valor, así como promover y reconocer la innovación y el diseño circular.
En la Ciudad de México, por ejemplo, se cuenta con la Ley de Economía Circular, publicada en 2023. Además, está vigente el Programa de Economía Circular 2024 - 2030, el cual integra, coordina e impulsa políticas públicas, programas y actividades para transitar hacia este modelo.
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Cerremos el círculo y abramos las posibilidades
La transición hacia una economía circular en la industria textil y de la moda, más allá de una aspiración llena de buenas intenciones, es una necesidad urgente que está respaldada por datos contundentes.
El impacto ambiental que generamos exige acciones concretas más allá del reciclaje. Requiere la suma de esfuerzos desde el diseño, la redefinición de procesos y la implementación de políticas públicas que nos permitan alinearnos de manera responsable y compartida ante los retos del presente y el futuro.
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